Se conceptúa un Modelo Pedagógico Humanista porque esta Escuela Normal Superior se piensa en clave de la condición humana, desarrollando el significado de la pluralidad como bien lo establece Arendt, dado que se reconoce la existencia de lo humano, al ser una existencia compartida con otros. (Sánchez, 2015, p. 66). Para Arendt la existencia de lo humano se define como “ser en el mundo con otros”, siendo precisamente esa interrelación con otros, ese sujeto relacional, lo que define el rol del maestro en cada práctica educativa, al encontrar en su aula de clase el escenario de lo diverso, que interactúa y se relaciona, estas prácticas educativas en perspectiva de Arendt, son prácticas políticas, pues se trata del estar juntos con los otros, con los que son diversos. La escuela es el lugar de todos, es el reconocimiento de lo singular que se pone en diálogo y teje relaciones con otros, la escuela no tiene sentido en soledad, su quehacer misional está en el valor de los otros, en despertar su potencial y nutrirlo desde las prácticas educativas.
“La Educación Humanista, entendida y practicada con la riqueza de la dotación que posee todo ser humano, será capaz de formar las generaciones del futuro, mejor equipadas en sus cabezas y más honestamente sensibilizadas en sus corazones.” (Martínez, M. 2011).